miércoles, 16 de julio de 2008

A BAÑARSE!

Juego, aprendizaje y MIMOS!! Qué agradable es el agua para los chicos! Cómo disfrutamos los adultos de verlos divertirse y chapotear. Qué más brinda el baño?
Este es un espacio de libertad ya que el bebé lucha permanentemente contra la ley de gravedad, al principio para sostener la cabeza, luego sentarse y finalmente pararse y caminar. El agua contrarresta ese esfuerzo que hace el niño dándole liviandad y seguridad.
Por otro lado se encuentra despojado de la ropa, con lo cual descubre, explora y disfruta su cuerpo desnudo. El niño se llevará los pies a la boca mientras lo desvisten, y observará y tocará su cuerpo en todo momento.
A su vez en el agua se va generando la independencia, de a poco otorgamos al niño momentos de juego libre (con supervisión), es decir no pautamos nada y él crea situaciones con o sin objetos. Los juguetes acompañan todos estos momentos en un espacio en el cual los objetos se comportan de diferente manera, algunos flotan, otros no, algunos está permitido llevar a la bañera, otros no.Esta independencia luego se desplaza a su higiene personal hasta que aprende a bañarse solito.
Y por último podemos decir que proporciona un momento único de contacto, la mamá o el papá, mimarán al niño, besarán su pancita, pellizcarán sus piernas, etc. admirando y amando al bebé.

martes, 1 de julio de 2008

PARA QUÉ JUEGAN LOS CHICOS?

Como adultos podemos pensar que los niños juegan por diferentes motivos, para compartir, para crecer, para aprender, para practicar, para entrenarse, para divertirse, para pasar el tiempo.
Jugamos para estimular a nuestros hijos, alumnos, nietos, sobrinos...
Sin embargo debemos entender que los niños juegan sin un objetivo, juegan por jugar. El juego es un fin en si mismo, ellos no se proponen crecer, ni desarrollarse.
Con lo dicho el juego aumenta su valor, se potencia, dado que es el medio natural del niño quien jugará espontáneamente.
Si bien es cierto que el medio favorece el desarrollo del juego, el interés por el mismo y valores como la autoestima y la noción social, no debemos sobreestimar la acción del adulto; los chicos son los que más saben de esto, ellos nos enseñan a jugar.