viernes, 9 de enero de 2009

CÓMO FOMENTAR LA LECTURA EN LOS CHICOS





Todos hablamos del tema y todos queremos que los chicos lean.

¿Cómo podemos hacer para inculcar el gusto por la lectura?
¿Es la lectura un ejercicio, un hábito o un placer?
¿A partir de qué edad deben los niños entrar en contacto con los libros?
¿Cómo elegir los libros adecuados?

A continuación, ideas, tips, sugerencias... SOBRE LA LECTURA INFANTIL
Los niños nacen en un mundo lleno de palabras, habladas y escritas, y se interesan por el lenguaje desde el primer momento en forma natural.
Así como no nos decidimos un día a que los chicos deben hablar para comenzar a dirigirnos a ellos verbalmente, deben estar inmersos en un mundo lector desde el primer momento.
La lectura es un hábito que cumple con muchas funciones, informar, comunicar, entretener, recordar, y hasta organizar, entre otras.
Como hábito forma parte de la cultura y la cultura se ve de distinta manera y en distinta medida en cada hogar. Es lógico que en las casas donde se lea los niños se vean más interesados por los libros, por saber qué son y por tocarlos en primer lugar por pertenecer al mundo adulto. En un primer momento pueden resultar tan interesantes e intrigantes como un juego de llaves o un vaso de vidrio, objetos de los grandes.
Existen libros para todas las edades y es aconsejable que estén entre los juguetes. Libros que los chicos puedan manipular según sus esquemas, según sus posibilidades. En un primer momento los tirará, chupará o sacudirá, es decir aplicará sus modalidades de descubrir el mundo como sobre cualquier otro elemento que se le presente. Luego, y poco a poco, el niño será capaz de escuchar algunas palabras que relacionará con los dibujos, y las empezará a repetir de manera automática, y esperando que aparezcan, lo cual le da seguridad y placer. Es cuando nos empezamos a sorprender al ver que anticipa nuestras palabras o frases, o cuando nos corrige porque no lo expresamos de la misma manera. Más adelante será capaz de relacionar las distintas imágenes entre sí comprendiendo una breve secuencia, que se podrá ir complejizando a medida que aumente su vocabulario, memoria y comprensión.
Los libros acompañan el crecimiento:
primero...
libros blandos (por ejemplo para el agua)
luego...
libros duros, con estímulos sonoros o visuales (por ejemplo con espejos, o para el cochecito)
más tarde...
libros con mucho color y poco texto (tenga imágenes en secuencia como una historia o no)
lectores...
letras claras, dibujos que apoyen al texto, secuencias bien organizadas (para favorecer la anticipación a las palabras que el pequeño lector puede encontrar)
Pronto seguiremos con este tema que da mucho que hablar.
Lic. Valeria Rochistein