viernes, 10 de octubre de 2008

Como juega mi niño de 1 año

"El pequeño deambulador"
Tu bebé aprendió durante el primer año de vida muchas formas de interactuar con las personas y con los objetos.
Poco a poco se va convirtiendo en un niño, y uno de los hitos que marca su crecimiento es que ¡ahora camina!
Le va tomando el gustito a ir a pie por el mundo, pero también, vuelve al gateo que le da velocidad y seguridad. Lo importante, y el asunto que nos tiene atentos y en forma a mamás y papás es que llega a todos lados y alcanza lo que se proponga.
El segundo año de vida está lleno de aprendizajes, en un primer momento la marcha no está bien afianzada, y caminará con el mero fin de practicar una nueva habilidad, pero con el tiempo va adquiriendo seguridad y adoptando esta modalidad.
Esa palabra que tanto repetimos una y otra vez es ahora la preferida de todos, incluso de nuestro hijo: “no”. El no toma relevancia limitando un poco ese espacio que se ha expandido con la marcha. Tu bebé ya se entretuvo copiando el ademán negativo de vaivén con la cabeza o con la manito, pero poco a poco cobra sentido y la adopta entre sus primeras palabras.
¿Qué otras palabras adquiere tu hijo en esta etapa? Cuáles, son variables de un niño a otro, pero lo común es que sean las más relacionadas con la vida cotidiana, las rutinas diarias marcarán la adquisición del vocabulario, como mamá, papá, agua, papa, pan, “guaguau”, etc. Nuevas palabras que se irán combinando entre sí para armar pequeñas frases.
Estas formas nuevas de percibir el mundo y relacionarse con él darán lugar a un tiempo de descubrimiento. El pequeño investigador tiene muchas acciones para aplicar sobre las cosas, y así es su juego, sabe golpear, chupar, tirar, sacudir, abrir, cerrar, arrastrar, etc. Ahora las combina y logra nuevos resultados que lo pueden sorprender, y otros que incorpora para repetirlos cuando guste.
A partir de este crecimiento nuestro pequeño bebé realiza las primeras travesuras, lo miramos y decimos: “es nene… es bebé… es nene… es bebé… ¡no! eso no se toca”.
Ahora que camina ve todo desde otra altura, llega con sus pasitos y sus manos a ese mundo de los grandes que antes no lograba alcanzar, y ahora que es capaz de imitar con la palabra y con la acción, intenta usar todos los objetos. La utilización de los objetos de manera convencional es un juego para él, tomar de un vaso, hablar por teléfono, ponerse un gorro, son pequeños juegos que durante este segundo año hará al máximo pudiendo de a poco desprenderse de los objetos, es decir, tomará de un vaso lleno, luego vacío, más tarde utilizará otro objeto simulando tener un vaso y finalmente sin nada en la mano pretenderá que está bebiendo. Imita todo tipo de actividades cotidianas, acuna un muñeco, toma mate, maneja.
Como conclusión podemos decir que en esta etapa el niño disfruta de recorrer e investigar el espacio, tiene más elementos para conocer y descubrir y los aplica, también es capaz de expresarse con la acción y la palabra. El resultado de recorrer el entorno y de su creciente capacidad simbólica es la imitación. La imitación es el juego predominante y nos encanta encontrarnos reflejados en sus gestos y sus gracias.
Lic. Valeria Rochistein